Decorar un piso de alquiler puede ser todo un reto si se busca el equilibrio entre estilo, funcionalidad y neutralidad. Pero hay una técnica sencilla que transforma cualquier ambiente sin sobrecargarlo: utilizar colores de acento.

Incorporar un tono llamativo en una pieza clave —como un sofá verde botella, una butaca mostaza o una alfombra terracota— aporta carácter al espacio sin perder la elegancia que buscan los inquilinos. Estos elementos destacan sobre una base neutra (blancos, grises o beiges), creando un contraste visual que hace que el piso se vea cuidado, moderno y lleno de vida.

Los colores de acento funcionan como foco de atención y dan la oportunidad de personalizar la vivienda sin necesidad de grandes cambios. Lo mejor de todo es que puedes integrar este recurso con textiles, decoración mural, cojines, jarrones o incluso plantas. Todo ello sin renunciar a la versatilidad que requieren los espacios en alquiler.

Este tipo de decoración también tiene un impacto muy positivo a la hora de promocionar el inmueble. Las fotografías con puntos de color estratégicos tienden a captar más atención en los portales inmobiliarios. Es más fácil que un usuario se detenga ante un piso visualmente atractivo y armonioso, lo que se traduce en más clics, más visitas y mayor interés real.

En pisoapiso.com apostamos por inmuebles con alma. Sabemos que los detalles marcan la diferencia y que una vivienda decorada con buen gusto no solo se alquila más rápido, sino que genera una mejor experiencia para quien la habita. Por eso, animamos a propietarios y diseñadores a perder el miedo al color y usarlo con intención.

Si vas a renovar o preparar tu piso para alquilar, piensa en qué elemento puede convertirse en ese toque de color que eleve todo el conjunto. La clave está en elegir bien el tono, combinarlo con materiales naturales y dejar que sea el protagonista justo donde lo necesitas.